Tu castigo


Sabes que al pedirme que regrese intentas coartar mis sueños de libertad… De esa libertad que añoré tantas veces. Y que me negaron tus cadenas crueles. Mis ojos cansados se derramaban como fuentes, mis labios fríos como la nieve no dejaban de suplicar una caricia de fingido. Por eso hoy que me pierdes. Intentas retenerme pero es muy tarde, porque desde antes de irme ya me habías perdido. Lo siento tanto hay alguien más en el lugar donde antes era nuestro nido. No quise decirtelo antes para no hacer tanto ruido. Pero ahora no puedo callar lo que mi pecho dice a gritos. Me enamoré de alguien más. Ese es tu castigo. Quizás yo nunca fui tu felicidad… Encuentra un cariño y gracias por los años que más que amantes. Fuimos amigos.

Alicia Rivas

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